Diferencias entre inversión y gasto

Asesoramiento Empresarial
Dpto. Comunicación SECOT

En la vida de las empresas hay dos conceptos muy importantes que van a condicionar su existencia, el éxito o el fracaso de sus proyectos o, incluso, su propia supervivencia. Estos dos conceptos son las inversiones y los gastos.

Con este artículo, escrito por el economista y Senior de la Delegación de SECOT en Bizkaia, Juan Alberto González, tendremos un poco más claras las diferencias entre inversión y gasto a la hora de gestionar las cuentas de una empresa.

El desconocimiento de las diferencias entre inversión y gasto, puede afectar de manera equivocada a la preparación de las previsiones, haciendo que las inversiones, se consideren como gastos y, a la inversa, que algunos gastos se consideren inversiones. Esta errónea interpretación, afectará de manera directa a la cuenta de resultados y al pago de impuestos, por lo que es necesario conocer y distinguir muy bien estos conceptos.

Las inversiones, que son como los cimientos sobre los que se asienta la empresa, son unas compras que van a tener una vida útil de varios años; por lo que no se puede cargar su importe a un solo ejercicio, ya que, además de sus implicaciones fiscales, afectan a la cuenta de resultados, que será menor que la real y también a la imagen de la empresa ante terceros. A ese reparto en varios años se le conoce como amortización, y debe considerarse como un gasto.

El segundo concepto, y en el que se cometen más errores, es el de los gastos. El concepto de los gastos, afecta a la cuenta de resultados de la empresa. Estos dos conceptos son muy importantes, tanto en el ámbito financiero: inversiones; como en el económico: gastos, ya que repercuten en el futuro de la empresa.

Diferencias entre inversión y gasto

En muchos casos, sobre todo en las PYMES se asustan un poco, sobre todo al inicio de la actividad, cuando perciben que están acumulando excesivos gastos, pero en realidad están acometiendo inversiones. El motivo es que se confunden los conceptos de inversiones, con el pago de las mismas y eso, a veces, dificulta tener una visión global. El problema surge, a veces, por la dificultad de obtener la debida financiación, pensando en que los resultados no van acordes con su importe.

En este punto, es importante aclarar que las inversiones no se financian con los beneficios obtenidos, por lo menos en su totalidad, sino que necesitan una financiación a largo plazo, bien propia: capital, o ajena: proveedores o bancos; porque la inversión va a durar varios años y va a permitir amortizar la deuda ajena: leasing, préstamos o créditos a más de 1 año, de una forma adecuada. Por supuesto, para que esto suceda la empresa tiene que obtener beneficios de esa inversión.

Entender la inversión

¿Qué tipo de inversión es la que se necesita? Va a ir en función del tipo de actividad que se desarrolle: industrial, comercial o de servicios y, últimamente, por su abundancia, en el área digital.

Aquí es donde puede surgir la dificultad, porque las inversiones no son materiales, como maquinaria, equipos informáticos, instalaciones, etc. Más bien son inmateriales como páginas Web, comunicación, publicidad, no es algo puntual sino duradero con planes muy bien definidos.

En el mundo actual en el que las empresas realizan su actividad, una de las claves fundamentales es darse a conocer a través del mundo digital para exponer sus productos o servicios, por lo que es muy necesario una buena política de comunicación.
«La comunicación y el marketing son una inversión y no un gasto»

Uno de los errores más habituales que cometen las empresas, a la hora de recortar gastos si se está en dificultades, es prescindir de aquellos conceptos que, en apariencia, no son importantes. Y aquí suelen aparecer, en primer lugar, los que se refieren a la comunicación y la publicidad.

Para poder vender, lo primero que se necesita es que el posible consumidor sepa que existe esa empresa y que ofrece unos productos o servicios que pueden ser de su interés. Para ello, se necesita una buena plataforma que muestre las bondades del producto.

En estos momentos es imprescindible que aparezca en Internet con una buena web que atraiga a ese posible cliente. Si el mensaje no llega al mercado, la empresa no existe, en términos virtuales, por lo que su estrategia de comunicación no ha funcionado.

Estas acciones, como van a ser permanentes, se consideran como una inversión y no como un gasto, salvo que sea una acción puntual en un solo ejercicio. Por eso, a la hora de decidir, hay que tener muy claros esos conceptos.

La comunicación será la gran protagonista en 2022. El objetivo es atraer al consumidor a los puntos de venta físicos, web y plataformas de e-commerce.

Diferenciar conceptos

Otros elementos en los que suele haber, frecuentemente, un desconocimiento o interpretación errónea de los mismos, son los siguientes:
 

  •     INGRESO vs COBRO
  •     GASTO vs PAGO
  •     INVERSIÓN vs AMORTIZACIÓN

Vamos a definir cada uno de ellos desde el punto de vista contable, fiscal y de coste.

El ingreso se produce en el momento en que se emite una factura a un cliente, independientemente de que se cobre o no. Ello significa que, en cuanto se emite una factura, fiscalmente ya se ha producido un ingreso y así se debe contabilizar. Este concepto es económico y afecta solo a la cuenta de resultados.

El cobro se producirá, teóricamente, en la fecha establecida en las condiciones pactadas en la factura. Es un concepto financiero y se refleja en el balance, disminuyendo el saldo de la cuenta de clientes y aumentando el de tesorería. Como se ve, su tratamiento es muy diferente.

El gasto, al igual que el ingreso, se produce en el momento en que se recibe la factura por la compra o servicio recibido. En ese momento se contabiliza como gasto y así permanece, se pague o no. También es un concepto económico y afecta, minorando el ingreso, a la cuenta de resultados.

El pago se debe realizar en la fecha y forma que se indica en la factura. También es un concepto financiero que afecta al balance, disminuyendo la deuda: pasivo y el saldo de tesorería: activo. No afecta a la cuenta de resultados.

La inversión es un concepto financiero que afecta al balance, como se ha indicado anteriormente y su pago también se incluye en el balance, porque nada tiene que ver con la cuenta de resultados.

Como es un bien que permanecerá en la empresa más de un año, su importe se repartirá a lo largo de varios años, mediante las amortizaciones.

Resumiendo, la inversión es una acción que va a influir en la empresa durante varios años y su importe es superior, habitualmente, al de los gastos que son anuales y junto con los ingresos, darán lugar a los resultados anuales de la empresa. A la hora de tomar una decisión, cada uno de ellos, deberá ser estudiado de forma diferente, porque sus repercusiones también lo serán.

Por ello, es muy importante conocer y aplicar adecuadamente, cada uno de estos conceptos para no tomar decisiones equivocadas que pueden perjudicar, a veces de forma grave, la solvencia y el futuro de la empresa.

Fuente: cincomunicacion.com