Qué es para mí SECOT

NUESTROS SENIORS
Dpto. Comunicación SECOT

Un día supe de SECOT. Fue a través de mis propios conocimientos, hasta que me enteré de que un buen profesional y buen amigo, era una "figura" en la organización: Camblor (así se le conoce). Y él me introdujo y, puedo decir, me fichó. Todo empezó un año antes de mi jubilación en la Administración Pública, que si bien podía ser a los 70, opté por la racional de los 65. El motivo fue que después de cuarenta años de trabajo quería tener unos años exclusivamente para mí y mis propias aficiones, no fuera que a partir de los 70 tuviera que estar de verdad retirado de toda vida activa (hoy puedo decir que llevo dos años de auténtico disfrute). 

Pero vuelvo atrás: conocí SECOT y me integré plenamente en la organización. Incluso alcancé puesto de la estructura directiva de nuestra región: soy el responsable de Organización Interna (normalmente Secretario). La razón de mi integración es sencilla. Quería ser útil a los demás. No quería desaprovechar el posible bagaje de mi experiencia profesional, y quería compartirla con los demás, aparte de servirme, egoístamente, a mi mismo como mantenimiento, anti oxidación, y responsabilidad.

Mi colaboración con SECOT comenzó, de forma efectiva, en Octubre de 2010. Una vez libre de mis obligaciones profesionales. Y en esa organización encontré un montón de buenos amigos. Todos con brillantes curriculum profesionales, y que alguno de ellos se comportan ahora como niños queriéndose quitar le juguete preferido (se llama competencia profesional). En una sana y plausible competición. Tuve y tengo unos "jefes" admirables, y por mí admirados, y el darles la pelota no me sube el sueldo ni me dan ascensos. En algunos casos, eso sí, son excesivamente exigentes. No sólo con ellos mismos, sino con el resto de compañeros. Y se siente uno revivir. Y uno siente que vuelve a los años mozos, pues incluso la riña, la discusión, la interpretación de asuntos de forma diferente, hacen que vuelvas a sentirte útil, e incluso ir, como cuando se trabajaba profesionalmente, con el problema para casa y darle vueltas y vueltas. Y después quemar el e-mail comunicando la última decisión. Pero es un nuevo grupo, un nuevo ambiente, y como alguien me dijo, hay que estar dispuesto a dejar la maleta en la puerta, y entrar como nuevo, a un mundo también nuevo.

Y ese  mundo nuevo es el que encontré: el de nuevos amigos, y el de jóvenes y no tan jóvenes "emprendedores" con ánimo de encauzar, empezando o continuando, su vida propia profesional. Y ahí tengo otra actividad totalmente nueva para mí, a la que mi experiencia vieja puede aportar algo. Y ello, junto con la propia formación interna desarrollada en nuestra Delegación y el contacto casi permanente con otras organizaciones altruistas, hace que conozca nuevas gentes, nuevos campos, y tenga nuevas miras, y mi jubilación se haya convertido en una obligación permanente y muy activa, como idea final, en todo caso, de servicio a los demás.