Asesoramiento a un nuevo Proyecto de emprendimiento de El Salvador
Esta no ha sido una asesoría de las más difíciles que hacemos los seniors de SECOT. La cuento por su peculiaridad y porque demuestra que también se puede ser útil con poco esfuerzo.
El pasado mes de junio, Benoit Guerisse y Jean-Michel Bayle, dos estudiantes franceses de la escuela de negocios de Burdeos (BEM) y de AIESEC (Plataforma internacional para jóvenes estudiantes y titulados), pidieron desde El Salvador ayuda a SECOT para desarrollar un nuevo proyecto en el que trabajaban como voluntarios durante el verano y que lleva como nombre CEmprendedor, una nueva empresa social privada sin fines de lucro. Según su fundador y director, el empresario Ricardo Monterroza, "su finalidad es promover la cultura y práctica de los valores emprendedores en las personas mayores de El Salvador para la creación y gestión de pequeñas unidades de negocio", procurando "la formación emprendedora en las personas mayores para que continúen siendo parte del capital humano y productivo de nuestro país". "¿Por qué se han dirigido a SECOT? Sin lugar a dudas ustedes llevan años haciendo lo que nuestra organización pretende y aún es incipiente, al contar con su consejería y respaldo nuestra curva de aprendizaje se reducirá significativamente y avanzaríamos más rápidamente para cubrir una mayor cantidad de beneficiarios" nos escribió Ricardo Monterroza. En concreto, el trabajo de Benoit y Jean-Michel para el que pedían nuestro asesoramiento, consistía en desarrollar la estructura y contenidos de los cursos de creación de una empresa, enfocados a mayores de 45 años sin formación; establecer alianzas o acuerdos de CEmprendedor con empresas y universidades del Salvador; y buscar las formas de obtener la financiación de su proyecto.
Ante la imposibilidad de un asesoramiento presencial de un senior en El Salvador, acepté con mucho gusto esta asesoría online para ayudar a estos jóvenes franceses, y entramé con ellos una correspondencia en francés para mantener una comunicación fluida. Empecé con explicarles los pasos que seguimos en SECOT para asesorar a los candidatos a emprendedores, siendo lo primero analizar las características y aptitudes del propio emprendedor. Seguidamente les envié varios manuales y guías para la creación de empresas, incluidos los específicos para autónomos y para la creación de pequeñas y medianas empresas familiares. Les parecía sobre todo útil el manual del empresario autónomo. Di mis comentarios sobre su borrador de un "Esquema Formativo", en particular al capítulo que trataba sobre "romper la brecha digital". Les mandé algunos modelos de convenios de SECOT con universidades y de organizaciones sin ánimo de lucro, y les informé sobre las distintas formas de apoyo económico que obtiene SECOT. La información documental de la asesoría la obtuve de SECOT en Madrid y en Bilbao (y en parte de mis fuentes propias).
Finalizada la asesoría a mediados de agosto con el retorno de los estudiantes a su país, Ricardo Monterroza nos agradeció y nos manifestó su deseo de seguir manteniendo un contacto con SECOT en ocasiones futuras