CHUÀNG YÈ ZHÈ

Firma Invitada
Dpto. Comunicación SECOT

Es difícil hablar de China. Si bien es cierto que la República Popular de China es un país, por su dimensión y su diversidad a veces es preciso entender China como un continente y no como un país homogéneo. Esto es especialmente importante a la hora de hacer negocios o emprender en China, ya que no es lo mismo, por ejemplo, desde un punto de vista legal, abrirse camino en Pekín, Wuhan, Chongqing, Shanghai o Cantón.

Sin embargo, y especialmente para los seguidores de SECOT, hay un elemento que destaca en cualquier parte de este inmenso país: el espíritu del emprendedor. La astucia y el interés por los negocios corren por la sangre de los chinos desde hace siglos, sólo tenemos que recordar el importante comercio de la ruta de la seda, por citar un ejemplo ampliamente conocido. En ocasiones oigo  comentarios de sorpresa sobre el reciente auge que está teniendo China, cuando sin embargo sería mejor poner esta situación en contexto histórico y hablar del "Renacimiento Chino" ya que, a excepción de las últimas décadas cuando "el dragón dormía", China ha sido siempre una importante potencia mundial, especialmente en el ámbito comercial.

Precisamente para nuestros proyectos comerciales podemos inspirarnos en casos de éxito chinos ya que en muy pocos años emprendedores como Ren Zhengfei, Jack Ma o Li Shufu han conseguido crear potentes éxitos empresariales como Huawei, Alibaba o Geely. Estas personas comparten con cualquier emprendedor chino unas actitudes de negocio impregnadas en su cultura y que les conducen al éxito: gran valor a la hora de tomar un riesgo empresarial, una voluntad de sacrificio verdaderamente admirable y una perseverancia completamente insaciable.  

Para competir con estos emprendedores en China es vital, además de compartir su espíritu luchador, conocer el país, las costumbres locales y la manera de negociar, así como establecer una sólida red de contactos locales. 

Terminar con una recomendación de lectura china que puede servir como fuente de inspiración empresarial: "El arte de la Guerra", escrito por el General Sun Tzu en el siglo sexto A.d.C y donde se dan consejos a cualquier emprendedor como:

"A menos que tu corazón esté totalmente abierto y tu mente en orden, no puedes esperar ser capaz de adaptarte a responder sin límites, a manejar los acontecimientos de manera infalible, a enfrentarte a dificultades graves e inesperadas sin turbarte, dirigiendo cada cosa sin confusión"