Diversidad generacional

CARTA DEL PRESIDENTE
Dpto. Comunicación SECOT

El discurso sobre las personas mayores es ambiguo. Por un lado, nos felicitamos que haya cada vez más viejos que cumplen más años. Por otro, nos quejamos de que la población envejezca por las consecuencias (económicas, sociales y hasta políticas,…) que el proceso va a plantear. Quizás esa ambigüedad se deba a la confusión que mucha gente tiene entre longevidad y envejecimiento. Longevidad significa que las personas cumplen más años que nunca. Envejecimiento, que la proporción de población mayor de 65 años aumenta constantemente y llega a superar a los porcentajes de jóvenes. Y este hecho es interpretado por algunos en términos de conflicto intergeneracional, sobre todo en lo laboral.

Creo que es una visión equivocada y que esa relación intergeneracional hay que leerla, ante todo, bajo un prisma de colaboración. Los mayores dependen de las cotizaciones de los jóvenes y adultos para poder cobrar su pensión y hacer frente a los crecientes gastos sociales que generan y pueden ayudar a estos últimos a través de diferentes mecanismos de naturaleza familiar o social, sustituyendo muchas veces el insuficiente papel del Estado como protagonista de las prestaciones de la sociedad del bienestar. En los años de crisis, muchas familias han podido subsistir gracias a la (exigua) pensión del abuelo y en los de bonanza los abuelos  cuidadores se han ocupado de sus nietos con dedicación y eficacia.

En el terreno laboral, en un escenario de superación de la crisis y ante la delicada situación de insuficiencia demográfica que vamos a vivir, los jóvenes van a encontrar las oportunidades laborales que ahora el mercado les niega. Que los mayores se mantengan más años activos no va a ir en detrimento del trabajo juvenil. Ambos serán necesarios en una economía que va a demandar más manos y más cerebros. Lo que sí cambiará, probablemente, en el papel de los seniors, con tareas que exigirán otras ocupaciones, otras dedicaciones, distintos salarios. Y entre estas tareas destacará esa labor de formación que los trabajadores de edad pueden ejercer con sus homólogos menos experimentados en un ambiente de colaboración que será profundamente enriquecedor para las empresas.