El cine como dedicación para un jubilado
Como para mí "jubilado" significa disfrutar con lo que uno hace y como el cine siempre fue mi afición-devoción, desde finales del 99 (seis meses antes de mi jubilación), vivo (no a tiempo completo) involucrado en esta actividad, donde la creatividad es la norma.
En el cine cada producto es una aventura distinta, donde, aun repitiendo con mimbres semejantes a la última producción, el éxito (la aceptación del público) no siempre está garantizado. Hay que desterrar la idea de que el éxito comercial (la capacidad de satisfacer y sobrepasar las expectativas del público) está reñido con la calidad desde cualquier punto de vista del producto.
Yo particularmente he tenido todo tipo de situaciones, desde películas que lo han hecho muy bien en taquilla, hasta otras que, haciéndolo bien, no han tenido el impacto en el público que parecían predecir. Por ejemplo, "Blackthorn", estrenada en junio de 2011, que no solo tuvo algunas de las mejores críticas del cine español de los últimos tiempos, sino que, además estuvo presente en el Festival de Tribeka (Nueva York), ha ganado 4 Goyas (siendo candidata a 11), se ha estrenado con muy buena repercusión de taquilla en Francia, en USA, etc. pero se quedó en una zona gris bastante decepcionante en la taquilla española. Explicaciones a posteriori hay las que se quieran. Afortunadamente todos los que la han visto hablan maravillas de la cinta.
Para este año tenemos una peli diferente (una "bomba"), muy española, ya vendida en varios mercados internacionales (hay que exportar), con un tema universal de los hermanos Grimm: "Blancanieves". La historia original se ha traslado a la Sevilla de mediados de 1920, situándola en el ambiente taurino (los enanitos son "los 7 enanos-toreros" de esos que iban por distintas plazas de las provincias españolas). No desvelo más. Quienes conocemos el producto casi final estamos emocionados de tanta belleza y originalidad.
Asunto importante: la financiación. Hemos desarrollado un sistema que permite que a través de inversores privados y con una gran actividad en pre-ventas internacionales antes de rodar, las películas tengan su presupuesto financiado y se eviten riesgos.
En definitiva, una buena oportunidad para no aburrirse y darse grandes dotes de júbilo que es a lo que aspira un jubilado.