El paisaje desde la Fundación Bayard

Firma Invitada
Dpto. Comunicación SECOT

Mi experiencia periodística, pedagógica, acumulada durante años en una empresa con alma, fue el equipaje con el que emprendí esta aventura. La Fundación Bayard que represento, heredera del espíritu humanista del Grupo Editorial Bayard, me permitía poner en marcha proyectos en beneficio de niños, jóvenes y personas mayores. Y me sentí privilegiada por tener la posibilidad de añadir una gota de agua al océano.

Comenzamos con una idea que nos ha llevado al mundo de la infancia y tiene que ver con "el poder de la palabra" y el infinito mundo del saber: fomentar la lectura entre los niños y las niñas, especialmente entre los más desfavorecidos.

Durante un curso, con la colaboración de Bayard y de una importante entidad, hemos desarrollado un programa piloto de lectura intergeneracional muy novedoso, que incluye la formación de voluntarios mayores como animadores a la lectura. Con la paciencia y la ternura de los mayores y la curiosidad y la ilusión de los pequeños en torno a una interesante historia, la lectura ha creado conexiones positivas, inolvidables. Me sorprendió la frase rotunda de un futuro escritor de 8 años: "yo, de mayor, quiero hacer cuentos". ¿No es esto solidaridad intergeneracional?

Nuestro proyecto sénior contempla tres rutas socio-culturales. Una, nos impulsa a encontrar respuestas a las cuestiones que preocupan a los nuevos mayores, ante la evidencia de que la información, conferencias, talleres, actividades, nos hace dueños del tiempo, nos enriquece, nos enseña a envejecer.

Otra, valora, potencia y canaliza esa fuerza tan nuestra para disfrutar de la familia o protegerla, con el lanzamiento de campañas como "¡Ánimo!" que ha recogido miles de mensajes de padres y madres "coraje" para infundir energía a sus hijos en tiempos difíciles.

La tercera, obedece al convencimiento de que perdemos la juventud cuando dejamos de pensar en los demás.

Desde la Fundación, intentamos estimular el interés por el voluntariado en sus múltiples facetas porque la solidaridad evita la vejez prematura y es un tratamiento sorprendente para borrar las arrugas internas.
 
Un "paisaje" hermoso, abrupto. Pero en la Fundación Bayard nos gustan los retos.