Entrevista a María Laín Valenzuela

EMPRENDEDORES DE ÉXITO
Dpto. Comunicación SECOT

¿En qué consiste tu proyecto?
Spanish for Executives Ltd. somos una compañía británica especializada en la enseñanza del español para directivos; la fundé en 2017.

¿Cómo llegaste a SECOT?
Creo recordar que leí un artículo sobre vosotros: me encantó la idea y no dudé en ponerme en contacto.

¿En qué momento decides que quieres emprender? Siempre he estado a caballo entre el mundo corporativo y el emprendimiento; he tenido la suerte de tener muy buenos referentes que me han inspirado y me han hecho pensar que yo también podía hacerlo.

¿Cuál fue la implicación de los Seniors en tu proyecto? ¿Qué te aportó su experiencia?
Mi primer proyecto fue TENLUZ, en 2014, y tuve la suerte de contar, desde el inicio, con la valiosa asesoría de SECOT. En nuestro caso apostamos por trabajar juntos en forma de conversaciones;  éstas ayudaron a construir la idea y marcar los límites del proyecto empresarial.

 ¿Qué retos te planteas para el futuro? ¿Contarías de nuevo con la implicación de un Senior de SECOT en tu proyecto si fuera necesario?
 Sí, sin ninguna duda volveré a contar con el consejo de SECOT sean cuales sean los próximos retos. Ser emprendedor es, por definición, una aventura en solitario y creo que es una gran suerte tener personas cerca con ganas de acompañarte en el camino, compartiendo su experiencia y su visión. Te das cuenta de que los Seniors ya han estado ahí, y te pueden ahorrar ¡más de un disgusto!. Además creo que es una relación en la que las dos partes salen ganando de algún modo, y eso me encanta. Considero que integrar el talento en una organización de formas diversas es algo imprescindible -de hecho, no hace falta más que mirar los consejos de administración de muchas empresas consolidadas- no entiendo cómo no está todavía más generalizado. Me da la sensación de que hay que hacer por poner freno al dejarnos obnubilar por la tecnología o “lo nuevo”: hay muchísimo valor en quien nos ha precedido.

¿Qué cualidades le recomiendas a aquellos que quieran poner en marcha su propio proyecto?
 Pues… ¡No me atrevo a dar una respuesta contundente! Creo que cada persona es un mundo y la batería de aptitudes y actitudes de cada emprendedor es irrepetible; nada garantiza el éxito o el fracaso. Quizás haya visto un “denominador común” en todos aquellos que tienen la fuerza de arrancar y seguir y no es otra cosa que la voluntad.