Envejecimiento activo
En la asociación a la que pertenezco, SECOT, los séniors que militamos en ella, haciendo voluntariado social, practicamos el envejecimiento activo, algo que ofrece muchos beneficios y ventajas tanto para las personas maduras, como para la sociedad en general.
A título de ejemplo, una ventaja muy destacada, es el sentimiento de utilidad que se genera en nuestra mente, ya que practicando el voluntariado social, como hacemos, los seniors tenemos la oportunidad de continuar estando activos y contribuyendo de esa manera a aportar nuestra experiencia y conocimientos, tanto a jóvenes emprendedores, como a estudiantes universitarios y de formación profesional e igualmente a las propias personas mayores, cuando impartimos talleres en centros sociales y residencias, para tratar de ayudarlos a reducir su brecha digital.
Practicando este voluntariado, los séniors de SECOT nos sometemos a continuas sesiones de formación interna y por ello seguimos desarrollando habilidades, al tiempo que nos sometemos a un aprendizaje continuo, para seguir adquiriendo nuevas habilidades, para mantener actualizados nuestros conocimientos. Al estar en contacto con otras personas tanto jóvenes como mayores, nos enfrentamos a nuevos desafíos y con ello fomentamos nuestro crecimiento personal, al tiempo que mantenemos nuestras capacidades cognitivas y sociales, totalmente activadas.
En esta línea, practicando el voluntariado social tenemos ante nosotros una excelente oportunidad para establecer y mantener significativas relaciones sociales, algo que nos aparta de la soledad. Al colaborar con los Centros de Formación Profesional y con las Universidades, generamos muchas relaciones con jóvenes, algo que también nos rejuvenece a nosotros y al colaborar con los centros de mayores, promovemos la integración social de los mismos y ayudamos a evitar el aislamiento o la soledad.
Este voluntariado social que practicamos en SECOT, mejora también nuestra salud física y mental. Las obligaciones que adquirimos cuando nos afiliamos nos generan un serio compromiso social, así como la sensación de pertenencia a un grupo, algo que nos reduce tensiones, promueve nuestro estado de ánimo positivo y mejora nuestra salud emocional. Además de eso, como para acudir a diferentes sitios de nuestra ciudad, lo hacemos caminando, esto contribuye a mejorar nuestro bienestar físico.
Como en el desarrollo de nuestras actividades, estamos implicados e interactuamos con personas de diferentes edades y generaciones, estamos abriendo puentes de entendimiento y solidaridad con diferentes grupos de edad. De ese modo los seniors de secot transmitimos nuestra experiencia y conocimientos a las generaciones más jóvenes, al tiempo que aprendemos de ellos y nos actualizamos tanto con las nuevas tecnologías como en ese mundo joven.
Y además de todo esto, provocamos un impacto positivo en la sociedad y aportamos un valor no evaluable. Nuestros conocimientos y habilidades también son de gran utilidad para organizaciones sin ánimo de lucro, emprendedores e instituciones educativas. Además, cuando participamos activamente en proyectos comunitarios, estamos contribuyendo al desarrollo social y económico de la comunidad en general.
Para terminar, el envejecimiento activo a través del voluntariado social, ofrece ventajas tanto para los seniors que componemos SECOT, como para la propia sociedad en la que vivimos, al proporcionarnos una sensación de utilidad. Ser sénior de SECOT y participar en sus actividades de voluntariado es una excelente manera de envejecer de manera activa.