Envejecimiento activo y prolongación de la vida laboral
En la semana del 9 al 13 de julio tendrá lugar el tradicional seminario patrocinado por la Secretaría de Estado de la Seguridad Social en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander sobre Envejecimiento activo y prolongación de la vida laboral, coincidiendo con el Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional. En esta ocasión el seminario se celebra en el marco de una difícil coyuntura social y económica que obliga a poner sobre la mesa propuestas y soluciones de futuro, también en el ámbito de la protección social.
España se enfrenta a un problema en gran medida estructural: la salida de profesionales del mercado laboral y sector empresarial. Esta circunstancia se ha visto favorecida, entre otras causas, por las múltiples posibilidades de retiro de la vida activa que ha contemplado la normativa de Seguridad Social en los últimos años, con una interpretación jurisprudencial añadida muy favorable. Ello ha traído como resultado que la edad media de la jubilación en nuestro país sea hoy de 63 años, edad prematura en consideración a la actual esperanza de vida y las recomendaciones generales e índices del resto de países de referencia. Por otro lado nos enfrentamos a una de las más críticas situaciones de desempleo de nuestra historia reciente, que en el caso de los jóvenes españoles alcanza más del doble de la media de la UE con una tasa del 46,4% en 2011. A ello se une el fenómeno denominado "fuga de cerebros" a otros estados del entorno o en vías de desarrollo, problema que en su momento sufrían países subdesarrollados y que dieron lugar a las Directivas comunitarias 2004/114 Y 2005/71, resultando que ahora muchos de los entonces receptores sufren la salida de sus profesionales cualificados por efecto de la crisis económica.
Estos factores en su conjunto contribuyen a poner en entredicho la viabilidad de un elemento esencial de nuestro estado del bienestar, el Sistema de Seguridad Social. Esta realidad supone una preocupante disminución del potencial de nuestra sociedad de cara a su despegue y salida de la crisis en la medida que minan, entre otros aspectos, los pilares de la cohesión social y los principios sobre los que se sustenta su previsión: un sistema de reparto donde los jóvenes trabajadores de hoy sostienen y sufragan con sus cotizaciones las pensiones de los que ya concluyeron su vida laboral. En la actualidad, esta configuración empieza a sufrir una clara tendencia a la descompensación tanto en el ratio trabajadores-pensionistas como en relación a la tasa de sustitución o reemplazo, cotización media durante el transcurso de la vida laboral en relación al montante de la pensión a causar y la garantía de su mantenimiento en el tiempo, lo que ha motivado ya las últimas reformas legislativas sobre aumento de la edad ordinaria de jubilación y extensión del periodo a considerar para el cálculo de la pensión. Según datos de Eurostat, en el año 2060 la Unión Europea sólo tendrá dos personas en edad de trabajar (de entre 15 y 64 años) por cada persona mayor de sesenta y cinco años, siendo la proporción actual de cuatro por una.
Es por ello que se hace necesario un cambio en las bases de nuestro sistema de Seguridad Social impulsando medidas de adaptación y flexibilización que permitan dar respuesta a las nuevas realidades sociales y laborales así como de sus contingencias a proteger. Igualmente deben buscarse fórmulas para incentivar la prolongación de la vida activa del trabajador permitiendo compatibilizar el trabajo y la pensión, como medida de sostenibilidad, así como aquellas encaminadas a garantizarle su renta futura mediante el impulso definitivo del sistema de previsión complementario, entre otras propuestas a debate. El eurobarómetro en el último trimestre de 2011 refleja la preocupación en España de más de la mitad de su población por el futuro de nuestras pensiones, con diez puntos de diferencia en comparación con el sentimiento en el resto de Europa.
Estamos ante un gran desafío que obliga a una rápida respuesta y a la eficaz puesta en marcha de medidas que garanticen y sienten las bases para la sostenibilidad del Sistema público de pensiones. Las instituciones comunitarias han dejado claro en reiteradas ocasiones la necesidad de una interacción positiva entre las medidas económicas, de empleo y sociales. En ello va a tener un papel de gran importancia la innovación en el ámbito educativo y formativo siendo que, según los propios datos de la CEOE, España está hoy en día a la cola de Europa en lo que respecta a capacidad de innovar, a la vez que debe fomentarse la cultura de una previsión social responsable.
Dentro de este marco se abordará la mesa redonda sobre Trabajadores autónomos y prolongación de la vida laboral: Ley de emprendedores, en el seminario de la UIMP del próximo mes de julio, estando previsto sea moderada por la Dirección del Servicio Jurídico de la Seguridad Social con la intervención en la misma de SECOT, a través de su Secretario General, y junto al Director General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas y el Presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).