Fundación Oportunitas y el crédito social
La microfinanciación social de Oportunitas es una financiación para las personas que quieren emprender un proyecto propio o necesitan reforzar su actividad microempresarial ya activa, y no pueden acceder al sistema bancario tradicional por su situación personal, laboral, o por falta de garantías (avales, propiedades, nóminas….)
Desde Oportunitas, microfinanciar se traduce en trabajar junto a la persona que emprende. Esta forma de financiación es un préstamo personal flexible, que se adapta en el tiempo a las particularidades del proyecto microempresarial que comienza, y a las necesidades de la persona; pero sobre todo, se trata de facilitarle al emprendedor una serie de servicios no financieros. Fundamentalmente (aunque no solo) la capacitación y el acompañamiento.
La diferencia entre finanzas y microfinanzas radica exactamente ahí. Las microfinanzas basan toda su estrategia de concesión y riesgo en los llamados servicios no financieros, que velan por el desarrollo humano. Sin coste adicional. Se trata de un pacto de responsabilidad con progreso del solicitante.
Según Marcel Abbad, CEO de Oportunitas, “el acompañamiento es una parte esencial de nuestro modelo de funcionamiento y para ello asignamos un voluntario a cada persona que obtiene un microcrédito, realizando itinerarios de capacitación relacionados con el emprendimiento. El voluntario es una persona comprometida con el éxito del usuario”.
El concepto “micro” no solo significa “pequeño”, en el sentido más etimológico del término, sino que se refiere al desarrollo de aquellas herramientas no financieras que complementan el microcrédito y que, en muchas ocasiones se convierten en algo tan importante o más, que la propia financiación. Quiere decir entender el crédito como una herramienta de desarrollo, y no como un fin en sí mismo. Se trata de una forma de hacer diferente, donde la flexibilidad, la tolerancia, la empatía y la comunicación son la base del éxito del desarrollo.
Desde Oportunitas entendemos que el dinero (microcrédito social) es una herramienta al servicio de las personas. Y no lo contrario.
“Se puede gestionar la confianza y los valores de la dignidad, sin pecar de ingenuos ni caer en un buenismo casi caritativo, que a nadie ayuda para el desarrollo. Más de 400 microfinancieras europeas lo acreditan con su historia y su labor cotidiana. Oportunitas quiere ser su referencia en España”.
Veamos algunos ejemplos:
El impacto directo de un emprendimiento que nace de la situación de desempleo es evidente: la persona en situación de paro deja de percibir un subsidio público, e inmediatamente se convierte en un cotizador.
“Cada persona autoocupada genera empleo directo en uno o dos años” explica Abbad.
Una buena manera de comprobar el impacto social que los microcréditos tienen en las personas y nuestro entorno económico, es conocer una historia real, como la de Zitaima y Tonatiuh, unos hermanos mejicanos que soñaban con regentar su propio negocio. Enamorados del pan de masa madre, (una forma de masa para hacer pan) querían crear su propia panadería ofreciendo a los compradores calidad y sabor.
Ambos llegaron a España hace años pero, sin estructura familiar que les avalase ni bienes inmuebles en propiedad. Por este motivo, conseguir financiación de los bancos para su proyecto les resultaba muy complicado.
A través de Oportunitas consiguieron crear su propia empresa, Cloudstreet Bakery, una panadería 100% ecológica donde los ingredientes, son el horno de leña, las harinas orgánicas y el trabajo artesanal…además del cariño!
Gracias al microcrédito concedido por Oportunitas no sólo han conseguido su sueño, sino que ¡han contratado a un total de siete personas!.
“Tenemos mucho amor por el producto”, señala uno de los socios fundadores de la panadería. “Lo que queremos es tener un trabajo digno, hacer lo que nos gusta y tener un sueldo que nos deje vivir bien”, explica.
Como Zitaima y Tonatiuh muchas son las personas que recurren a los microcréditos para poner en marcha su negocio ya que lo único que se requiere es el estudio de viabilidad del proyecto y el trabajo conjunto entre el emprendedor y la microfinanciera.
Marcel Abbad, señala que “con el microcrédito tienen la oportunidad de su vida”. En muchos casos se trata de historias de superación como es el caso de Toni: “El emprendimiento de Toni es uno de los más ejemplares de Oportunitas, porque demuestra que una persona en una situación muy vulnerable, pero con ganas y conocimiento puede hacer realidad su sueño”.
“Su emprendimiento fue considerado viable desde el principio con un planteamiento muy prudente”, resaltando además su marcado valor social, “la idea de que este proyecto un día se pueda convertir en generador de pequeñas cooperativas, como centro de inserción social y laboral, añadió valor a su propuesta”.
El proyecto que hoy en día es ya una realidad gracias a esta microfinanciación social, es un negocio de lavado de coches (no autolavado) y venta de productos ecológicos consumibles propios del sector. “Llevaba casi 10 años en el lavado de coches y había cosas que no me acababan de gustar” comenta Toni, “había intentado mejorar la forma de trabajar en la empresa para la que trabajaba, proponiendo métodos menos invasivos o más fáciles de trabajar y, básicamente, como no me hacían caso, pensé en hacer algo por mí mismo, y en el sector que es mi vocación: los coches”
El microcrédito fue su tabla de salvación. Una herramienta de inclusión social que es mucho más que financiación: “no sólo te prestan dinero, sino que te ayudan con contactos, te dan este apoyo que necesitas cuando estás empezando, te ofrecen este voluntario que tiene experiencia y te puede decir: ve hacia aquí o hacia allá. Oportunitas no es sólo una microfinanciera, es un lugar donde te ayudan realmente” expresa agradecido Toni.
Formar y acompañar al nuevo emprendedor son las claves para conseguir la viabilidad del negocio y para el desarrollo de las habilidades del futuro empresario. Siguiendo la estela de las microfinancieras europeas, la Fundación Oportunitas trabaja por ser la primera entidad microfinanciera social española. De hecho, lleva años trabajando para fomentar la inclusión social y laboral por medio de la actividad emprendedora y el autoempleo.
Pero Oportunitas no está sola en su camino, ya que cuenta con el apoyo de la Acción Social de Bankia en su trabajo por la inclusión a través del emprendimiento y autoempleo. David Menéndez, director de Responsabilidad Social Corporativa de la entidad financiera, pone en valor los microcréditos porque “son una herramienta muy útil para luchar contra el desempleo en un proyecto en el que el usuario participa de su propia recuperación, a través del emprendimiento”.
Y es que el proyecto de microcréditos profundiza en la estrategia de Inclusión Financiera para los colectivos vulnerables con los que colabora Bankia.
“Los microcréditos promueven una acción social más sostenible, porque se trata de una ayuda más duradera, y porque los créditos se retornan y ayudarán, en un futuro, a otros emprendedores”, aclara David Menéndez.