Fundación Vicente Ferrer
¿Desde cuándo está vinculado con la Fundación?
Vicente era mi tío, en su juventud entró a formar parte de la Compañía de Jesús con la ilusión de cumplir su mayor deseo y desarrollar su vocación: la de ayudar a los demás.
En 1952, llegó a Mumbai como misionero jesuita para completar su formación espiritual y allí mantiene su primer contacto con la India. A partir de entonces, dedicará su vida a trabajar para erradicar el sufrimiento de las personas más desfavorecidas.
En 1970 deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien se convertirá en su esposa unos meses más tarde, Anne Perry, la Fundación Vicente Ferrer, instalándose en Anantapur, unidos por un compromiso común de lucha y por la defensa de los más desfavorecidos. Desde entonces, funciona como un organismo de fuerte implantación social, respetuoso con el entorno y promotor de la transformación que se está produciendo en la región.
Sentí y siento una gran admiración por su persona. Por la entrega hacia los demás y muy especialmente por encontrar a través de su esfuerzo y trabajo la forma de erradicar la pobreza profunda.
Mi vinculación con él fue estrechándose cada vez más hasta la dedicación total.
¿Le ayuda en su trabajo su gran parecido físico?
Lo que me ayuda de verdad es su ejemplo y sobre todo el inmenso proyecto de desarrollo integral que dejó en marcha. Hoy podemos decir con satisfacción que somos una muestra de como se puede erradicar la pobreza extrema en la India.
¿Cuantas personas componen el equipo de la fundación?
Un equipo de casi 2.400 personas (de las cuales el 99% son naturales de Anantapur) ejecuta el programa de desarrollo que la organización lleva a cabo -el más innovador en la historia de la India- y que cubre 3.093 pueblos y beneficia a casi tres millones de personas.
Para conseguir ayudas, ¿sus argumentos van al corazón o a la cabeza de los posibles donantes?
No hay argumento mas sólido que el poder ver por uno mismo el resultado del trabajo realizado, en el ámbito de la sanidad, la educación, la vivienda, la discriminación de la mujer o la atención a las personas con discapacidad. Todo este trabajo hace que poco a poco vayamos transformando una de las zonas más pobres de la India.
¿Se han reducido las aportaciones de empresas y particulares?
Esta crisis termina afectándonos a todos. Cierto es que tenemos una gran confianza en nuestros colaboradores y el grado de fidelización es muy grande, no obstante los recortes en las administraciones públicas sin duda nos afectan , al igual que las dificultades que hay en el mundo empresarial.
Pero si hablamos de crisis, bien es cierto que en la zona en la que estamos trabajando el grado de necesidad es infinitamente mayor, como diríamos nosotros. Toda su existencia ha sido de crisis profunda, de pobreza extrema.
¿Es cierto que hay un antes y un después en cada persona que les visita en Anantapur?
Es cierto, lo mencionaba con anterioridad. Empezando por Vicente Ferrer y acabando por la mayoría de los que visitan el proyecto. Comprobar a través de historias humanas el proceso de trasformación de las personas es una de las mayores satisfacciones que podemos sentir. Nuestro programa de desarrollo integral trabaja con el objetivo de conseguir que las personas que están situadas en la parte más baja de la pirámide social, se conviertan en dueñas de su propio destino y recuperen unas condiciones de vida dignas. A través de nuestro proyecto hemos llegado a casi tres millones de personas. Hoy en día no se entiende un ser humano despreocupado por los demás. Somos en relación a los otros. Sin ellos no somos nada.