La jubilación del alto directivo se retrasa ante la falta de relevo
Abandonar la primera línea empresarial no siempre es fácil. Bien por decisión propia, bien por responder a exigencias empresariales, la jubilación de los altos directivos sigue otros patrones y tiende a producirse a más avanzada edad que la propuesta por ley, establecida en los 65 años y cuatro meses en 2017, con el fin de que ésta se fije en los 67 años en 2027. Aunque no hay datos específicos, si que hay una idea generalizada de que los ejecutivos se retiran en torno a los 70 años. Éstos tienen conocimiento, experiencia y capacidades que los convierten en personas necesarias para el mantenimiento de determinadas categorías dentro de la empresa. Son depositarios de conocimiento y de la evolución de la empresa que les hace imprescindibles.
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