La pasión por emprender
“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”
Steve Jobs
Emprender es como navegar en un océano, donde cada ola es una oportunidad para descubrir nuevas perspectivas y finalmente alcanzar metas inimaginables. Es un camino lleno de retos, de desafíos, pero también ofrece recompensas muy gratificantes que hacen que el esfuerzo merezca la pena.
El emprendimiento es una aventura que puede transformar la vida de quien se atreve a recorrer ése camino. Cuando emprendes, eres plenamente consciente del significado de “Lo importante es el camino, no el destino”. Emprender te brinda la oportunidad de hacer realidad tus sueños, de llevar a la práctica todo aquello que habías imaginado. El viaje es un maratón de aprendizaje en el que se debe explorar, experimentar y descubrir nuevas formas de hacer las cosas en las que posiblemente nunca habías pensado. Al emprender, se aprende de los errores, se adquieren habilidades y se desarrolla un conocimiento profundo del negocio y del mercado en el que se desenvuelve. Pero sobre todo, haces el mejor master de tu vida sobre la condición humana.
No muchos son los elegidos para recorrer el camino del emprendimiento. Si eres uno de ellos, posiblemente te harás muchas preguntas. Una de las más importantes es, ¿qué debo de hacer si mi fuego interno me pide una y otra vez emprender?
Lo primero que debes indagar antes de sumergirte en una experiencia vital tan determinante, es ¿por qué emprender? ¿qué me motiva a ello?. Las siguientes preguntas te las tienes que formular antes de tirarte al charco. Si:
- Estás dispuesto a jugar con tu capital, tu riesgo, tu tiempo, tu esfuerzo
- No tienes miedo al fracaso
- No te importa vivir de modo continuado fuera de tu zona de confort
- Entiendes que sin riesgo no hay diversión
- Amas aquello que vas crear
entonces emprende. Porque como recompensa:
- Tú marcas el camino
- Creas el entorno para vivir una de las experiencias vitales que genera mayores sensaciones por segundo, independientemente del resultado del emprendimiento
- Creas riqueza en tu entorno, aunque el proyecto termine no funcionando
- Y haces el mejor Master de tu vida
Si después de formularte todas éstas preguntas aún sigues creyendo que lo mejor para tu proyecto vital profesional es emprender, entonces es el momento de pararte a meditar sobre las palancas que deberás gestionar con el mayor nivel de maestría:
- Gestión de la velocidad. Será clave para liderar el mercado anticipándote a tu competencia.
- Redefine las reglas de juego. No te conformes con hacer bien lo establecido en el mercado. Derriba el statu quo.
- Utiliza la innovación como bandera. Hará que sea difícil seguir tu senda.
- Tú y tu organización tendréis que convertiros en gestores de cambios. Desde la idea al lanzamiento del producto al mercado, haréis pivotar la idea original muchas veces. Y tendréis que gestionar la resistencia al cambio.
- Recuerda que la buena suerte existe, pero le tiene que pillar trabajando. Estás a punto de iniciar el mayor maratón de tu vida.
- Deja tu Marca. Ése maratón que vas a correr, solo tiene sentido si te apasiona lo que haces, y si es así, con seguridad dejarás Marca.
- Reconoce tus debilidades. Alíate con los mejores en aquello que no sea nuclear.
- Y por encima de todo, habla a tu gente con pasión desde el corazón. Hará que tu equipo sea imparable en aquello que os propongáis hacer.
¿Creías que tu lista de deberes se había terminado? Créeme que aún no. Para liderar con éxito el proyecto, deberás entender a través de qué elementos críticos deberás gestionar tu emprendimiento:
- Incorpora en tu proyecto, solo a los mejores. Si es posible, que sean mejores que tú, ya que te harán aún mejor a ti.
- Todo proyecto exitoso estará presidido por la pasión. La pasión del equipo deberá de ser contagiada por ti y eso hará que con la pasión de tu equipo y las ganas de comerse el mundo, alcanzaréis cimas inimaginables.
- La cultura generada por tu equipo, contigo liderándola, será el motor que hará volar tu proyecto.
Y ¿cuál será tu rol?:
- Tú marcas el camino. En un proceso de emprendimiento, lo normal es que al principio estés bastante solo. El equipo será pequeño, no tendrás un comité ejecutivo que te guie ni un consejo asesor que te abra puertas, posiblemente no tendrás un consejo de administración que te ayude en la toma de decisiones, éstas tendrás que tomarlas tu solo con la almohada.
- Y asumes el riesgo de llegar al destino. Tomarás decisiones arriesgadas y afrontarás desafíos que jamás te habías imaginado. Pero lo harás convencido de alcanzar la meta que tanto has ansiado.
- Gestiona la caja sabiamente, ya que los recursos financieros del proyecto serán escasos. Como escuché decir una vez a Ken Morse dirigiéndose a un emprendedor “en una startup, la tesorería es más importante que tu madre”
- Elige bien a tus compañeros de aventura. Elije a los que van a estar contigo cuando estés en un agujero, porque cuando alcances la gloria muchos se te van a pegar como moscas.
- Haz que tu gente trabaje como equipo. Como decía Reid Hoffman, “No importa cuán brillante sea tu mente o tu estrategia, si estás jugando solo, siempre perderás ante un equipo”
- Ten presente que habrá momentos de dificultades. En los momentos de dificultad persevera.
- Y habrá momentos de gloria. Cuando ocurran, celébralos con tu equipo.
Para los emprendedores, la pasión es el fuego que les permite superar los obstáculos, levantarse después de cada caída y perseverar con determinación sin escatimar esfuerzos. Los emprendedores apasionados son un ejemplo de lo que es posible cuando se persigue un sueño con el corazón, y su entusiasmo contagia a aquellos que les rodean. Son líderes que inspiran a otros a seguir adelante y a perseguir sus propias aspiraciones. Son esos líderes que llevan a su equipo a alcanzar cimas inimaginables.