La viabilidad de los planes de pensiones
La evolución que ha experimentado el mercado financiero y asegurador en los últimos años y, sobre todo, su utilización masiva a través de los planes y fondos de pensiones hacen imprescindible un estudio y análisis de las operaciones de previsión social, tal y como se hizo el pasado mes en el Foro de Diálogos en la Granja, patrocinado por CASER Seguros y organizado por nuestro Miembro Colaborador "Quiero salvar el mundo haciendo marketing".
Tras mi participación en estas jornadas, creo que es necesario puntualizar en los siguientes aspectos:
– Libertad de la persona no tutela absoluta del Estado .Hay que educar la responsabilidad personal.
– La edad de jubilación debe ser libre para puestos de trabajo sin esfuerzo físico destacable, mientras se mantenga la mente y la agilidad. Efecto doble: quien se queda, cotiza y no cobra.
– El sistema de pensiones no es un ente separado; sino parte de un sistema económico-vivencial integrado.
– El sistema actual es insostenible: demografía tendente de pirámide a rectángulo; falta de competitividad y productividad; gran desempleo; estructura insostenible del Estado; rigidez laboral y sistema productivo de bajo valor añadido.
Asimismo es necesario diversificar el riesgo, mediante el cambio ,cuanto antes, a un sistema mixto, de tres pilares:
1.-Una parte de las aportaciones actuales se dedica, como base, a un sistema de reparto, cubriendo una pensión mínima, mas contingencias, que permita una existencia vital digna.
2.-El resto de las aportaciones actuales, hasta completar en valor la contribución actual, irían a un fondo de capitalización, al que aportarían el trabajador y el empleador; este último en la proporción de 1×1 (o mejor 2×1, es decir, dos euros por cada uno que aporta el trabajador). El valor alcanzado, se reparte, para completar la cantidad del punto 1, alcanzando una pensión realmente digna.
3.- Sistema de capitalización, adicional, voluntario (ya existe), primado fiscalmente. Como es puramente personal, cada persona recibe la cantidad que haya conseguido reunir.
Para cualquier sistema que se adopte, es imprescindible la separación contable, estricta, de las fuentes contributivas de manera que el superávit vaya solo al fondo de reserva de las contributivas. Hay que contabilizar, siempre, por devengo para saber cual es el balance real del sistema.
El cambio debe ser gradual durante años y deberá ser revisable, periódicamente, para ajustarlo a las perspectivas demográficas y macroeconómicas.
Nada de esto es nuevo, yo no soy un experto, conceptualmente, ya ha sido propuesto por varias entidades y asociaciones.