Navidad en primavera

OPINIÓN
Dpto. Comunicación SECOT

Si no fuera porque obedecen a circunstancias tan distintas, diría que ahora, en primavera, estamos viviendo una especie de Navidad. Me refiero a los comportamientos de la gente, de la buena gente que se queda en casa, que sale a los balcones a aplaudir al personal sanitario, a las fuerzas de seguridad del Estado, a los que trabajan en los supermercados, a los repartidores y, sobre todo, a las farmacéuticas y a tanta otra gente que trabaja para los que no pueden hacerlo o han contraído la enfermedad. Y que aprovechan ese confinamiento no deseado para llamarte o escribirte y preguntarte cómo estás, desearte lo mejor y rogarte que te cuides. Como hacemos en Navidad.
Nunca fuera de esa estación mágica había recibido tantos correos, tantos WhatsApp, tantas llamadas telefónicas con mensajes de ánimo y buenos deseos, como en estos días. El Feliz Navidad se conjuga ahora como "me alegro que estés bien" o "cúrate pronto" si estás afectado. Y el Feliz Año Nuevo como "ojalá pase rápida esta plaga inmisericorde". Son bálsamos cariñosos y bienintencionados que alivian nuestra angustia y nuestro miedo y que ponen de manifiesto que la bonhomía y la solidaridad no son virtudes olvidadas en esta tierra. Ni el sendido del humor en medio de la pandemia que ejemplifica la inteligencia de un pueblo que es capaz de reír ante las más sombrías circunstancias.

Ante esta prueba de generoso desprendimiento de quienes sirven a los demás, ante esos gestos de gratitud por quienes son servidos, solo cabe inclinar la cabeza y rendirse a la evidencia de un pueblo que, salvo excepciones, está a la altura de las circunstancias dolorosas que le ha tocado vivir. Por todas partes se oye el mismo mensaje: que este virus que ha desatado esa especie de tercera guerra mundial, va a cambiar el mundo y nos va a cambiar a todos, a nuestra economía y a nuestra sociedad en ámbitos y proporciones que probablemente no somos capaces de imaginar. Pero saldremos adelante con más fuerza que antes, con esa renovada fortaleza que forja a las personas en los momentos más difíciles de su existencia. Feliz Navidad… en primavera.