Seniors proscritos
Es un despropósito que hoy, una empresa premie a un empleado, como reconocimiento a sus logros profesionales y poco tiempo después, lo prejubile aun cuando está en plenitud de forma. Pues, con todas las relatividades que se quiera, ese despropósito es el que se practica en muchas empresas, como es el caso de la banca, cuando deciden prejubilar a los empleados mayores de 55 años. Esta ha sido mi propia experiencia personal.
La cicatería de las empresas, trata así a empleados que han prestado sus servicios, cumpliendo todos los objetivos que se les iban pidiendo, y cuando ya han alcanzado notorio relieve en el desarrollo de su trabajo, deciden prescindir de ellos y mandarlos a sus casas. Es generalmente aceptado que, a esas edades de 55 años, (hablo de empleados que trabajan en oficinas) los trabajadores se encuentran en su plenitud de experiencia profesional y de conocimientos técnicos. Y todo esto ocurre, paradójicamente, en el mundo de la inteligencia, en un mundo donde cada vez somos mas longevos, en un mundo que no admite la discriminación por cualquier circunstancia personal o social, comprendida, naturalmente, la discriminación por edad.
Y todo esto, paradójicamente, ocurre en una sociedad de las más longevas del mundo, como es la nuestra, y con unas personas mayores dotadas de una experiencia y una inteligencia que en el siglo pasado no había. Cuando en nuestra sociedad no se admite la discriminación por raza, sexo, religión, opinión, etc. resulta que, de modo incomprensible, sí se admite la discriminación por edad.
A mi juicio, no hay mejor universidad que la Universidad de la Experiencia y estos empleados de 55 años y más, atesoran un caudal de experiencia y conocimientos que, hasta han conseguido graduarse con matricula de honor cum laude. Debemos de considerar también que, ahora hay muchos mas mayores de 55 años que menores de 25 y que la pirámide de la población cada vez está mas envejecida. No tiene sentido por tanto que se aparte del mercado laboral a esos seniors que aun están en plena forma física y mental.
Yo tampoco estoy de acuerdo en eso de que jubilación viene de júbilo y que, por ello, la persona a la que se jubila, va a empezar a gozar de la vida, ya que júbilo en latín significa dar gritos y cuando al jubilado lo mandan al cuerno probablemente empiece a dar gritos, pero de insatisfacción y no de gozo. Decir que jubilación viene de júbilo, muchas veces es un sarcasmo. Partimos de la base que la tipología de jubilados es muy diversa, pero, por lo que observamos entre los seniors de Secot, vemos que para nosotros no hay ningún júbilo, ya que nos sentimos observados como ciudadanos de segunda, que ya estamos obsoletos y que ya no se puede contar con nosotros para nada.
En este momento, el jubilado es un ciudadano que pasa a ser de segunda clase, que tiene todo el tiempo libre, siempre que no se le ocurra aprovecharlo para conseguir una remuneración a cambio de un trabajo. Si tiene esa ocurrencia, que mas que una ocurrencia sería un pecado (y eso sí lo tolera la autoridad competente) tendrá que renunciar a su pensión o a vivir al margen de la ley, como si la pensión fuere una gracia condicionada y no el producto del trabajo y el ahorro.
Como he leído en algún lado, la edad es una de las armas elegidas por el neocapitalismo, que ayuda a dividir la sociedad. Tachamos al senior, lo eliminamos de nuestra vista y lo situamos donde no moleste porque, previamente, lo hemos reducido a una nada.
Por qué no pedimos a los dirigentes, más atención a los seniors, a la participación activa en la sociedad y a que se aproveche su talento y su potencial. Es un contrasentido que por un lado nuestra sociedad se esfuerce alargar la vida de las personas, con buenas condiciones físicas y mentales, algo que se está consiguiendo, porque cada vez somos mas longevos, y por otro, simultáneamente, colocamos a estos ciudadanos en un nivel de inferioridad.
Prescindir anticipadamente de los seniors, es antisocial, antieconómico y anticientífico. Es un dislate dilapidar ese capital humano. Yo no me he jubilado. A mi me han jubilado a la fuerza. Con una expectativa de vida que tenemos en España, de 82 años, qué sentido tiene que me manden a casa con 55 o incluso con 65 que es la edad legal de jubilación. Y además de eso, pondremos al sistema de pensiones en una situación cada vez mas peligrosa, ya que cada año, además, será menor el número de jóvenes que trabajan.
La sociedad española necesita abrir de par en par las puertas de los seniors (colectivo que representa un porcentaje importantísimo de la población) con vistas a aprovechar inteligentemente su riqueza de experiencias y su capacidad intelectual. La discriminación por razón de edad, alcanza cotas de crueldad.
Publicado el 13 mayo 2022 en el comercio.es