Ser mayores

CARTA DEL PRESIDENTE
Dpto. Comunicación SECOT

Por razones eminentemente laborales, muchos consideran que una persona es “mayor” a partir de los 65 años (la edad de la jubilación en muchos países antes de las últimas reformas). Esto ya hoy no es así, pero sobre todo no lo será en el futuro. Según datos de una encuesta del Imserso, los propios mayores consideran que lo son a partir de los 70 años. Pero incluso esta cifra se va a quedar corta de acuerdo a las previsiones del aumento de la esperanza de vida. En el año 2050, los varones podrán esperar vivir 88 años y las mujeres por encima de los 92, lo cual significa que al cumplir los 65 años los hombres tendrás una esperanza de 25 años y las féminas de 29. Con estos datos ¿cómo se puede considerar mayor a una persona que llegue a los 65 años?

Así pues, no podemos utilizar los umbrales de hoy para analizar las situaciones del mañana. Decir que en el año 2050 habrá 16 millones y medio de mayores de 65 años y, por lo tanto, 16,5 millones de viejos no tiene sentido, porque las personas hasta bastante más de los 70 años no podrán considerarse viejas.
¿Dónde situar el umbral de la vejez? Yo creo que sería mucho más apropiado colocarlo a partir de los 80 años, lo cual da cifras de auténticos “viejos” todavía importantes. En 2050 habrá casi 7 millones de octogenarios, que significarán un 16% de la población total española y, por cierto 172.000 centenarios, una cifra igualmente significativa.

Tenemos que aprender a vivir con esta nueva realidad. Habrá muchos mayores que no serán viejos y habrá bastantes octogenarios que sí lo serán. Es como si el aumento de la esperanza de vida produjese un rejuvenecimiento generalizado de la población. Y esto, lógicamente, planteará importantes consecuencias de naturaleza económico-social. Muchas personas seguirán con plenas facultades físicas y mentales más allá de los 70 años (ya ocurre hoy). Y no podemos desaprovechar ese talento o bien manteniendo activos a muchos septagenarios o bien promoviendo su colaboración en servicios de formación y asesoramiento a los más jóvenes, aunque estén jubilados.

Quédense con esta idea: la vejez dentro de 35 años no será lo que es.