Si las migrañas son un problema para tí, BrainGuard puede ayudarte…¡y mucho!
¿En qué consiste el proyecto BrainGuard?
BrainGuard es la primera compañía que predice de forma objetiva, precisa y personalizada la aparición de una migraña mediante un control discreto de señales hemodinámicas. BrainGuard ayuda a los migrañosos a informarles de la llegada de una crisis de migraña antes de que aparezca para que puedan evitar el dolor y mejorar su calidad de vida.
Para cambiar el paradigma de la enfermedad, BrainGuard desarrolla modelos predictivos utilizando técnicas de aprendizaje automático, y proporciona un tratamiento de enfermedad personalizado basado en las prescripciones de su médico de confianza. BrainGuard es la tecnología donde los médicos y los pacientes se encuentran. Ambos (médicos y pacientes) son un eslabón importante en nuestra cadena de valor.
¿En qué momento decides que quieres emprender? ¿Influyó la falta de oportunidades laborales en su decisión?
BrainGuard es el resultado de llevar la investigación al mercado, innovación. En nuestro caso somos "carne de laboratorio" de la universidad y el hospital que, a raíz de un programa de emprendimiento hospitalario y, viendo que no era posible seguir financiando los siguientes pasos de la investigación con la financiación pública, decidimos hacerlo de forma externa. No influyó la falta de oportunidades, influyó la falta de medios económicos.
Como la investigación ya estaba avanzada, preparamos un plan
de negocio en base a las necesidades de las personas y entidades que se pueden beneficiar de nuestra tecnología.
¿qué ha significado para ti participar en Explorer?
Del programa Explorer he aprendido muchísimo, no sólo de los ponentes, de los tutores y del coordinador Juan Carlos Fernández Incera, sino también de los compañeros. Hay gente con mucho conocimiento del mundo start-up. Gracias a Explorer he conocido a SECOT y a nuestro tutor Rafael Rodríguez Castaño y he conocido muchas herramientas que si no las he aplicado ya, lo haré pronto. Gracias a los premios a la categoría absoluta y a tecnología disruptiva tuve la oportunidad de viajar a la cuna del emprendimiento, Silicon Valley.
¿Cuál fue la implicación de los tutores Seniors de SECOT en tu proyecto? ¿qué te aportó su experiencia?
Una start-up es una empresa como otra cualquiera. Las cuentas financieras y las necesidades son iguales aunque se trabaje de manera ágil. Nosotros somos tecnólogos y clínicos, nuestro conocimiento financiero es limitado y allí estuvo SECOT para impulsarnos en ese tema. Rafael es un experto conocedor del mundo financiero y de las reuniones con él he aprendido más de lo que he aplicado; no sólo a rellenar una hoja de cálculo, sino a pensar con claridad sobre decisiones tan clave como la entrada de inversores o las clausulas de los programas de ayuda público/privada.
¿Qué recomendarías a alguien que, como tú, decida emprender?
Que lo intente y persista. Habrá muchas piedras en el camino, muchísimas y muy grandes, pero nunca se sabe qué viene detrás. Hay que sacarle algo buenos incluso a las situaciones difíciles; de todo se aprende.
Algo que empieza con una pequeña idea puede convertirse en algo espectacular, y si es tu idea, eso es muy reconfortante. Como dijo Ralph Waldo Emerson: “Nada grande se ha realizado nunca sin entusiasmo”.