Teófilo J. del Pozo Rodriguez
¿Cómo y cuándo llegaste a SECOT?
Llegué como Socio Adherido, cuando aún estaba en activo en BTTel, creo que en 1995. Permanecí 6 años, hasta mi “jubilación”. Me asocié por amables instancias de nuestra querida Lucila Gòmez de Baeza, a la que tuve el privilegio de conocer en el Círculo de Empresarios, en cuyo programa “Empresarios-Parlamentarios” participé, recibiendo diputados que venían a BT a aprender como funcionaba el sector, entonces en pleno proceso de liberalización. En 2006, después de unos años de “ausencia”, llamé a nuestro querido amigo Virgilio Oñate, entonces Presidente, para incorporarme, esta vez, como Socio de Pleno Derecho y aquí estoy, listo para servir.
¿Qué te aporta este tipo de voluntariado?
– Seguir cumpliendo mi lema de mis 40 años de actividad empresarial: “escuchar-pensar-servir”
-Escuchar a mis amigos, Socios de SECOT, y seguir aprendiendo…¡tanto!…de ellos. También el contacto con los asesorados y escucharles me hacen estar en el nuevo mundo empresarial y del tercer sector, no aislarme y seguir construyendo mi persona.
– Muchos de los problemas planteados son complejos y obligan a seguir pensando, única manera de profundizar en mi Yo interior.
– El servicio a todos los que nos piden ayuda, es, con gran diferencia lo mas importante, ya que hay que hacer honor a la confianza depositada en nosotros y la satisfacción de ayudar-servir es indecible y, en el otoño de la vida es lo único que cuenta. El servicio altruista es nuestra misión mas excelsa y lo que te hace sonreír al lavarte los dientes antes de dormir.
– contribuir al desarrollo de la comunidad
– En el sector de las entidades no lucrativas, donde más me gusta intervenir, sentir la sensación de que se está contribuyendo, aunque sea humildemente, a disminuir la pobreza (tan interpelante).
Alguna anécdota vivida en SECOT…
Improvisar una entrevista para TV, cuando era “reciente” Secretario General, conjuntamente con la Presidente de la Asociación para el Síndrome de Down, justo al entrar en SECOT y encontrarme a; allí las cámaras y preguntas desconocidas; afortunadamente suele salir mejor lo improvisado.